¿Por qué el Ajedrez Educativo?

 

El ajedrez educativo, a pesar de no oponerse al ajedrez deportivo, no tiene los mismos objetivos. La idea del primero es proporcionar a los docentes nuevas herramientas para trabajar con sus alumnos en materias convencionales, como las matemáticas o la lengua. Como explicaba con anterioridad, sabemos por numerosos estudios que los niños que juegan al ajedrez, sin llegar a ser necesariamente jugadores fuertes, muestran una mejora significativa en muchas otras áreas importantes de desarrollo: el pensamiento espacial, habilidades numéricas y analíticas, comunicación verbal, e incluso la imaginación artística. Tal vez algunas de las contribuciones más importantes de ajedrez a la formación del niño es el aumento de la disciplina, la autoestima y la confianza. Pero si además incorporamos técnicas específicas de pedagogía a través del ajedrez, los resultados son todavía superiores.

El ajedrez como herramienta útil para la enseñanza, se utiliza y recomienda en varios países del mundo. Ejemplos notables de ello son Cuba, Argentina, Rusia y hoy con más insistencia que nunca, España. No es nuestra intención profundizar en estas experiencias, sino que las mencionamos para demostrar que, en el mundo, la idea de utilizar el ajedrez con fines pedagógicos no es nueva y ha dado excelentes resultados.

El ajedrez educativo es una herramienta pedagógica, que facilita el diseño de actividades transversales, genera proyectos innovadores, y fomenta la gamificación, que es una técnica que traslada la mecánica del juego al ámbito educativo-profesional, con la finalidad de conseguir mejores resultados.